¿Qué ventajas ofrece la ventilación mecánica frente a la simple apertura de ventanas?

La aireación natural mediante la apertura manual de las ventanas resulta poco práctica, difícil de gestionar y cara desde el punto de vista energético. Un sistema de ventilación mecánica permite gestionar de forma totalmente automática la extracción del aire viciado y la introducción de aire fresco, favoreciendo un filtrado continuo del aire interior y una mayor eficiencia energética.

La gestión de la renovación del aire que realizan los sistemas de Ventilación Mecánica Individual (VMI) es mucho más eficiente que la simple aireación mediante la apertura de ventanas, ya que permite gestionar los flujos de aire de manera muy precisa, filtra el aire entrante de agentes contaminantes y evita tanto las molestas corrientes de aire como los ruidos del exterior. La ventilación con sistemas forzados garantiza un «lavado» constante y eficaz de los agentes contaminantes por dilución, es decir, su eliminación a medida que se forman para evitar que se acumulen. Los contaminantes también incluyen CO2, humedad (la principal causa de la formación de moho) y todas las demás actividades biológicas indeseables.
Además de eliminar los agentes contaminantes, la Ventilación Mecánica Individual resulta útil para gestionar las cargas térmicas, es decir, para transferir calor hacia y desde las estancias cerradas.